DISPARATES O SENTENCIAS: UNA CONSTATACIÓN FENOLÓGICA

Don Quijote aconseja a Sancho Panza:

- También, Sancho, no has de mezclar en tus pláticas la muchedumbre de refranes que sueles; que puesto que los refranes son sentencias breves, muchas veces los traes tan por los cabellos, que más parecen disparates que sentencias.
- Eso Dios lo puede remediar -respondió Sancho-; porque sé más refranes que un libro, y viénenseme tantos juntos a la boca cuando hablo, que riñen por salir unos con otros; pero la lengua va arrojando los primeros que encuentra, aunque no vengan a pelo. Mas yo tendré cuenta de aquí adelante de decir los que convengan a la gravedad de mi cargo; que en casa llena presto se guisa la cena; y quien destaja no baraja; y a buen salvo está el que repica; y el dar y tener, seso ha menester.
- ¡Eso sí, Sancho! -dijo don Quijote-. ¡Encaja, ensarta, enhila refranes; que nadie te va a la mano! ¡Castígame mi madre y yo trómpogelas!. Estoyte diciendo que excuses refranes y en un instante has echado aquí una letanía dellos, que así cuadran con lo que vamos tratando, como por los cerros de Úbeda. Mira, Sancho, no te digo yo que parece mal un refrán traído a propósito; pero cargar y ensartar refranes a troche y moche, hace la plática desmayada y baja.

Cervantes Saavedra, Miguel. El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha II, Capítulo XLIII, página 938. RBA Editores. Barcelona 1994.

Hola de nuevo estimados seguidores, se acaba el año y suele ser tiempo de resúmenes, balances y almanaques; este es pues el objeto de la entrada actual, con un carácter fenológico.

ENERO

En enero enciende la abuela el brasero.

Cuando el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo.

El sol de Enero, poco brasero.

FEBRERO

Abrígate, por febrero, con dos capas y un sombrero.

Por San Blas la cigüeña verás.

Tal vez por la helada, confundenme con la becada.

MARZO

La veleta ni dos horas quieta.

En LA MANCHA, Marzo sea, cuando al milano veas.

El que no tiene casa, adonde quiera es vecino.

ABRIL

En Abril,luces mil.

A batallas de amor, campo de plumas.

Al hogar, como a la nave, le conviene la mar suave.

MAYO

Marzo ventoso y abril lluvioso, sacan a mayo florido y hermoso.

Vital eslabón, el dragón.

Ala escamosa y lengua retorcida, la belleza es renacida.

JUNIO

Agua de junio temprana, grandes males subsana.

Donde hay vida hay esperanza.

Buscar la vida conviene que la muerte ella se viene.

JULIO

Julio normal, seca el manantial.

Los libros nos dan la ciencia y la vida la experiencia.

En Julio la vida se hilvana para marchas tempranas.

AGOSTO

Agosto dicen ser almanaque, cabañuelas, las que yo saque.

Ni en agosto caminar, ni en diciembre navegar.

No mires de mancharte al comer si temes perecer.

SEPTIEMBRE

Septiembre es frutero, alegre y festero.

Con dos pinzas la abubilla, la comida pilla.

Las zorras y las gallinas, malas vecinas.

OCTUBRE

El agua de octubre, siete lunas cubre.

Passeriformes viajeros, visitan nuestros maderos.

En Octubre el Fenix rosa, marcha a otra cosa.

NOVIEMBRE

Noviembre neblinoso, sarmientos escarchosos.

Pajarita de las nieves me llamo, adivinad que proclamo.

El herrerillo es viñero, no hace mal sino dinero.

DICIEMBRE

En diciembre sale el sol con tardura y poco dura.

Vistiendome de gala estoy, para bodas voy.

Nada más bello de la cerceta que la careta.

- No más refranes, Sancho -dijo Don Quijote-, pues cualquiera de los que has dicho basta para dar a entender tu pensamiento; y muchas veces te he aconsejado que no seas tan pródigo de refranes y que te vayas a la mano en decirlos; pero paréceme que es predicar en desierto, y «castígame mi madre y yo trómpogelas».
- Paréceme -respondió Sancho- que vuesa merced es como lo que dicen: «Dijo la sartén a la caldera: Quítate allá ojinegra». Estáme reprehendiendo que no diga yo refranes, y ensártalos vuesa merced de dos en dos.
- Mira, Sancho- respondió Don Quijote-: yo traigo los refranes a propósito y vienen cuando los digo como anillo en el dedo; pero tráeslos tú tan por los cabellos, que los arrastras y no los guías; y si no me acuerdo mal, otra vez te he dicho que los refranes son sentencias breves, sacadas de la experiencia y especulación de nuestros antiguos sabios; y el refrán que no viene a propósito antes es disparate que sentencia.

Cervantes Saavedra, Miguel. El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha II, Capítulo LXVII, páginas 1123-4. RBA Editores. Barcelona 1994.

Un gran saludo, ¡¡¡HASTA EL AÑO QUE VIENE!!!